El Café de Carol

Vinimos atraídos por las excelentes valoraciones… ¡y ahora entendemos perfectamente por qué! La terraza está llena toda la mañana. Pedimos dos cafés, una tostada con aceite y tomate, y una napolitana de chocolate. La tostada estaba muy buena, pero lo que realmente nos conquistó fueron las napolitanas: una textura perfecta y un sabor tan delicioso que no recordamos haber probado nada igual. Tanto nos gustaron que tuvimos que repetir. Las camareras son encantadoras y muy atentas, y el servicio, rápido e impecable. Sin duda, un lugar al que volveremos.

Un buen chocolate y un croissant. Las chicas siempre nos atienden muy bien y los propietarios muy atentos. Los precios son accesibles y en lo que ofrecen hay a veces tartas hechas por la misma Carol.

Excelente sitio, todo casero ,pasteleria y cookies deliciosas, trato super agradable de todos,en especial Carolina una crack el cafe de 10 y chocolate caliente top!! y muy bien situado en la plaza de el Escorial , es ideal para desayunos/ meriendas o tomar una caña, un lugar tranquilo y con terraza en plena plaza para tomar algo y jueguen los niños al lado.Volveremos como siempre uno de los mejores sitios para pasar un rato en Escorial

Ahora que empieza el buen tiempo es la mejor terraza de el escorial. No sólo por la atención que es exquisita sino por el lugar ya que, yo que tengo niños, puedo tomarme una cerveza ( ademas tienen 1906 y santa monica que es una cerveza artesana de San lorenzo) con la tranquilidad que los niños tienen un montón de espacio donde jugar con seguridad. Lo dico un must en el escorial para aprovechar el buen tiempo. De precio muy bien y siempre te ponen algo de acompañamiento que se agradece.

Me ha gustado mucho trato amable cercano ,hemos tomado desayuno y probado croissant,empanadas rellena queso de cabrá,hay variedad y sobretodo el sabor q se notaba productos caseros,íbamos de paso y nos detuvimos a desayunar pero sin lugar a dudas volveremos !!

Ay; qué placer es, el llegar de viaje, desde la montaña Palentina, en la comarca de la peña, sucumbir al encanto del restaurante café de Carol. Y allí degustar un batido de helado de vainilla, con nata y canela por encima. Este pequeño refrigerio, mantiene despierto, y mentalmente chispeante, para desear entrar al concierto del Auditorio Nacional, en esa tarde del martes anterior, para escuchar, atentamente, y con delicadeza, "La consagración de la primavera", de Igor Stravinsky. Es estupendo que no exista el sonido ambiental de televisión o incluso emisoras de radio. Tranquilamente merendar escuchando las reflexiones de unos y otros cuando van llegando y se encuentran tanta cosa rica.

Excelente atención y amabilidad. La comida que sirven muy buena, pero las napolitanas son excelentes. Un gran sitio para desayunar o tomar un café con tranquilidad y bienestar.